domingo, 28 de junio de 2015

INFORMACIÓN HISTORICA

Todo comenzó en 1.927 cuando un famoso arqueólogo llamado Mejía Xespe, fue informado sobre la presencia de unos misteriosos jeroglíficos o líneas trazadas sobre el suelo de la costa peruana.
Pero fue ese mismo año, que llegó a Perú otro investigador, el doctor Paúl Kosok, quien se mostró muy atraído por estas expresiones precolombinas, cuando en uno de sus primeros recorridos por el sur del país, pudo observar extensas líneas multiformes en ambos lados de la carretera, cerca de las montañas.
Grande fue su asombro cuando Kosok, el mismo día del descubrimiento, al proyectar los trazos en su tablero de aquellos supuestos caminos, pudo ver que uno de los dibujos.

Estas misteriosas líneas, se extienden en un perímetro de 50 kilómetros de longitud y 15 kilómetros de ancho, y en este citado perímetro están comprendidas cuatro pampas: Palpa, Ingeni, Nazca y Socos, localizadas entre los kilómetros 419 y 465 de la carretera Panamericana Sur.
En 1946, Kosok regresó a su país no sin antes sugerir a María Reiche,continuar con el estudio de los dibujos que él había empezado a descifrar.
Según Maia Reiche suman más de treinta los jeroglíficos hasta hoy encontrados en las Pampas de Nazca. Se trata de animales marinos y terrestres, figuras geométricas y humanas. Entre los jeroglíficos de mayor tamaño están un pájaro de casi 300 m, un lagarto de 180 m, un pelícano de 135 m etc.

la figura más pequeña encontrada hasta el momento es un espiral que tiene un diámetro de 3 metros.












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